2012, el cuerpo, pacificador espiritual, libro de urantia, 2013

2012 está por terminar y en retrospectiva veo que sido un año lleno de experiencias y aprendizaje.

Todo este año ha servido para practicar el perdón constantemente con amigos, familiares y con el mundo. Cada mes ha traído consigo oportunidades perfectas para no olvidarme que estoy para dejarme guiar por el Espíritu de la verdad que radica en mí y así mirar la vida aquí como un maravillosa oportunidad de crecer y evolucionar.

En este año terminé de estudiar el curso del PACIFICADOR ESPIRITUAL II y sus lecciones me llevaron a comprobar una y otra vez que la paz verdadera que ya vive en mi, se puede expresar sin importar las ideas que yo tenga al respecto sobre el mundo o la gente. En varias ocasiones mi estado emocional y mental no estaban alineados con la paz ( o al menos así lo juzgué ) y sin embargo, las personas que asistieron a mis talleres y conferencias se vieron beneficiadas de paz, amor e inspiración. Ese fue el milagro verdadero que viví comprendiendo que al dedicarnos a la expansión de la paz, el Espíritu puede aprovechar cualquier momento y situación para que Su enseñanza se produzca. Es verdad, el cuerpo no significa nada como medio de paz, pero es un gran vehículo para la comunicación que a veces requiere de una forma.

Problemas estomacales, dolores de cabeza, gripe y demás «enfermedades» no fueron lo suficientemente fuertes para cancelar algún evento donde fuera yo a participar en una enseñanza de paz. En mi viaje a España sufrí dolores en la planta del pie izquierdo pensando que se debían a estar varias horas caminando y ese dolor sehizo insoportable unos minutos antes de iniciar una conferencia sobre Un curso de milagros. Puse mi cuerpo en manos del Espíritu y dije: estoy listo; si es la voluntad del Cielo daré la conferencia. Poco después de esta oración me paré frente a un grupo de unas 20 personas que esperaban mi charla sobre paz interior. Conforme avanzaron los minutos me olvidé totalmente del dolor de pie y pude caminar sin ningún problema mientras hablaba sobre la forma en que el Espíritu Santo siempre escucha nuestras oraciones a pesar de que nosotros no estemos atentos a su respuesta.

Como ésta, muchas experiencias más sucedieron en este año donde comprobé que dentro de mi participación en el plan divino, todo se me dará. Mi confianza en Dios ha crecido mucho al entender que soy un medio para trasmitir el amor de EL. ¿ Qué más se puede pedir cuando ya todo está dado ?

Y sigo siendo un hombre que vive en una ciudad con millones de habitantes y trabaja también para una compañía que atraviesa períodos de dificultad financiera. Sin embargo mi alma descansa hoy en paz. No tengo miedo y no tengo aprehensión. Sigo aprendiendo día a día nuevas lecciones y nuevas ideas.

En estos últimos meses retomé mi estudio sobre el Libro de Urantia y he disfrutado mucho de su lectura. La organización universal y jerárquica que esa revelación expone me maravilla. Me ha motivado para escribir una novela que tenga la trama siguiente: un mortal que de pronto despierta en las salas de resurrección de los mundos de estancia y comienza su aprendizaje en las diferentes escuelas planetarias. Conocerá a muchos nuevos amigos (millones de amigos) que seran entidades semimateriales o semiespirituales y que serán sus maestros en nuevas lecciones de perdón y amor.

2013 comenzará con nuevas energías. El Espíritu me ha confirmado que debo visitar varios países para trasmitir las enseñanzas ( Colombia, Venezuela, Argentina, España, USA) y quedo en sus manos. Se que todo sucederá de acuerdo al plan divino.