Querido pasado, te escribo para despedirme de ti y dejarte a un lado debido a que he tomado la decisión de usar sólo mi presente para construir. Gracias por todas las lecciones que me enseñaste y con las que aprendí a hacer algunas cosas de provecho. Hoy deseo mirar lo que tengo frente tal como es, y no como creo que fue. En este momento me siento irremediablemente atraído por el presente y tu, como pasado, has dejado de serme atractivo.
Reconozco que muchas veces querrás hacerte notar de nuevo para llevarme a vivir en aquellos momentos bellos o dolorosos y me suplicarás que te atienda. Sin embargo, mi decisión ya está tomada y no puedo más que dejarte libre para que Dios te ofrezca lo que tu necesitas.
Dios me ha dado este presente en el que veo milagros, pero quiero aclarar que los milagros que viví contigo, fueron maravillosos. Sin embargo ya no puedo hacer nada contigo. Te has agotado. En cambio, puedo hacer muchas más cosas el presente.
No te quiero comparar con el presente, pero, deseo una nueva relación con algo fresco, novedoso y creativo. Y desde hace mucho tiempo tu me has ofrecido lo viejo, lo cansado y lo aburrido.
Tengo una razón más: en el presente está la Voluntad de Dios. En el pasado está la voluntad del ego. Por ello es que ahora te escribo a ti como consecuencia natural de mi liberación. No lo tomes personal; como mi pasado tendrás siempre un lugar en mi corazón. Pero ya no te usaré para tomar nuevas decisiones. El presente también está en mi corazón, y desde hace un tiempo lo he estado usando para aprender más cosas. Me he sentido muy feliz e inspirado.
Gracias por todo y te envío mil bendiciones
Con todo mi amor presente,
MoZ
Primero tu paz y después lo demás 
Me encantó esta tu CARTA A MI PASADO. El sentimiento que se destila a todo lo largo del escrito, es un sentimiento conmovedor, pero a la misma vez informado y profundo. Una ayuda excelente para ayudarnos a validar esa decisión que ya muchos hemos también tomado de VIVIR EN EL PRESENTE, pero que aún nos asedia el recuerdo del pasado especialmente en sus aspectos negativos. Gracias por este regalo iluminador e inspirador.
Mario L. Fábrega Arosemena.